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miércoles, 8 de octubre de 2014

Una Figura se escapa entre el tumulto


Ocho jugadores comienzan armando un pack, o paquete. Desde atrás, otros dos participantes deben atravesar ese cerco para ganar la primera posición. Los jugadores del pack van hacer hasta lo imposible para no dejar pasar al contrario y poder asistir a su compañero. Táctica, fuerza, destreza y velocidad, son algunas de las virtudes adquiridas por est@s deportistas. Golpes, caídas, raspones y empujones son unas de las tantas cosas que tiene que afrontar un@ patinador@ de Roller Derby, pero a la hora de dejarlo todo por el equipo nada los detiene.

Los pronósticos anunciaban lluvia, pero la tarde no parecía anunciar ningún diluvio y en la entrada del Club Gimnasio Chacabuco nadie esperaba el agua, solo esperaban a l@s participantes del torneo. “Esto NO es un Torneo COED” es el nombre del torneo mixto de Roller Derby organizado por Cougar Roller en el Club Gimnasio Chacabuco, a pocas cuadras de Parque Chacabuco en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El club es sede de encuentros, tanto vecinales como deportivos. En el tinglado destinado al deporte se observan grandes carteles de categorías campeonas de torneos de futbol infantil. En su interior alberga una cancha de futbol, una de vóley y una de básquet, todas en el mismo espacio físico, desde ya que también es posible practicar el patinaje artístico y Roller Derby. Además de las canchas, el tinglado esta comunicado hacia la cocina del restaurante que funciona en el edificio contiguo y recibe gente constantemente. 

 Cada diez minutos, algún cocinero curioso se asoma y mira perplejo el juego que va desarrollando, quizás asustado por los golpes que dan y reciben l@s participantes. La pista es ovalada y es armada con sogas pegadas al piso con cinta adhesiva de papel. En este caso la pista está reducida un 15% de las medidas reglamentarias por una cuestión de espacio físico. Luego del armado dos chicas limpian el piso con una gaseosa cola y la trapean, mientras algunas amas de casa se toman de los pelos imaginando el enchastre que eso significa, las patinadoras explican que es “para que agarren mejor las ruedas”

 -Siempre organizamos partidos “doble bout”, encuentros sencillos. Ahora quisimos auto desafiarnos y organizamos este evento que dimos a llamar “No torneo”- cuenta Belén o, como la conocen en la pista, Bel Fast #101.


Cougar Roller pertenece a la Liga Buenos Aires Roller Derby, una de las primeras ligas de Roller Derby en la ciudad capital. Este deporte importado de EE.UU. ha tenido mucha repercusión en los últimos tiempos en todo Latinoamérica. Argentina, específicamente hablando, cuenta con muchos equipos nuevos y ligas en formación. Pero la falta de un lugar físico para entrenar “que no sea debajo de una autopista o en una plaza pública, donde estas a merced del clima” detiene la creación de una federación argentina de Roller Derby. 

La sociedad desconoce el Derby pero al desconocerlo le produce intriga o curiosidad. De todos modos l@s jugador@s luchan contra un estereotipo que se ha construido alrededor del deporte: “El hecho de que sea un deporte de contacto, no quiere decir que sea un deporte violento”, cuenta Bel desmitificando la creencia popular que existe sobre el Derby. 

Ella misma lo define como “un ambiente diverso y de mente abierta” donde la familia y la juventud se unen de forma integral en torno a un espacio deportivo y recreativo. L@s deportistas encuentran en el Derby un lugar de pertenencia:

-Creo que tiene algo de tribu. Como dice una conocida mía: “a las chicas derby no las abrazaron de pequeñas”, por eso creo llaman tanto la atención- bromea Belen con respecto al estilo que se ve entre l@s jugadores. Los colores predominan. Hay chicas con los pelos teñidos de rosa, turquesa, naranja. Los accesorios son de lo más variados, cada casco esta personalizado a gusto del patinador. “Cada una tiene su número y su Derby name, eso es una forma de expresarse, eso invita al juego, a lo lúdico propiamente dicho”.


El torneo fue todo un desafío. La consigna principal era que los equipos se armen de manera espontánea. Jugadores de distintos equipos, distintas ligas, hasta incluso miembros de la selección nacional –tanto masculina como femenina- se unieron para jugar y compartir una tarde a puro Derby. Al encuentro se presentaron tres equipos: Unicornios, identificados por el color amarillo, tenían entre sus filas cinco jugadoras de la Selección Argentina de Roller Derby; Team As, con el color verde, contaba con la presencia de dos jugadoras del seleccionado femenino y tres del seleccionado masculino; Les Rejointes, de color negro, fue el equipo en el que todos participaron, se creó con jugadores de distintos equipos y lugares por la simple movilización de jugar un torneo. 

La búsqueda de árbitros fue de las tareas más arduas. Este deporte cuenta con una terna arbitral muy grande, pudiendo llegar hasta siete sin contar los oficiales sin patines. “Hay pocos réferis y por lo general son jugador@s, entonces es ahí donde todos ponemos el hombro y colaboramos para que el bout se lleve a cabo” explica Bel, quien tuvo que oficiar de arbitro en el primer partido.


 Existe en Buenos Aires un equipo de réferis llamado “Zebra Team” y un grupo “Pitos y planillas”, este ultimo avocado a la instrucción a los oficiales sin patines.
En el centro del ovalo cuatro réferis observan el pack, dos observan un equipo y los demás al otro. Uno se queda con los pivots, encargados de armar el bloqueo junto con los bloqueadores mientras que el otro réferi sigue al Jammer, encargado de sumar los puntos. Además de los réferis, quienes llevan consigo las mismas normas de seguridad que los deportistas –guantes, casco, rodilleras, y coderas- están los oficiales sin patines encargados de tomar el tiempo, contabilizar las faltas y hacer cumplir los tiempos de penalización.
Además de los árbitros y oficiales, dos médicos esperan a un costado de la pista su turno para entrar en acción cuando la situación lo amerite. Una patinadora recibe un golpe en el pecho que la deja sin aire y automáticamente sus compañeros en pista bajan sus rodillas al piso y los médicos entran a revisarla. Todo está bien. Continúa el Derby

 
 -Todo se desarrolla en un ambiente controlado, donde uno entrena para recibir golpes y para ejecutarlos, es por eso que los árbitros utilizan las mismas medidas de seguridad que los jugador@s






El primer encuentro lo disputaron Unicornios vs. Les Rejointes, el cual finalizo con el marcador 302-22 a favor de Unicornios, quienes pasaron a la final del día 27/9. Les Rejointes se enfrentÓ luego contra Team As quienes se impusieron 246-43. Cada bout o partido está conformado por dos tiempos de 30 minutos, en los que se desarrollan en promedio 15 jams o partidas. Estos últimos duran dos minutos o menos, dependiendo del jam leader, quien puede cortar el jam. EL juego comienza con ocho jugador@s formando un pack, los pivots y los bloqueadores son los encargados de frenar a los jammers contrarios y de asistir a los propios. Todos giran en contra de las agujas del reloj y la acción se desarrolla de manera rápida y dinámica. Los árbitros rotan entre bout y bout y el marcador electrónico se resetea a cero.

El Roller Derby ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Muchas ligas en el interior y en la capital fueron creadas y el futuro reclutamiento de la Selección Nacional tiene un horizonte claro. –Este año va haber un hito en la historia del Roller Derby local. La Selección Nacional se presentara por segunda vez en el Mundial de Roller Derby con sede en EE.UU.- explica Belén, teniendo fe en que la participación de la selección ayude al crecimiento del deporte. 

La primer fecha del torneo finalizo, la pista es desarmada en cuestión de minutos. L@s patinador@s estiran los músculos antes de quitarse las protecciones y de que se enfríen. Todos se saludan y abrazan. Todos se felicitan los unos a los otros y charlan sobre el partido o sobre la próxima fecha. El buffet montado por Cougar Roller a un costado de la pista, despacha las últimas porciones de torta y vasos de gaseosa. La gente se retira de apoco. En el aire queda la adrenalina y la velocidad, en los oídos el sonido de los pitidos y el chirriar de los patines, en la boca el sabor de la victoria y entre los dientes la derrota, pero sin dudas, en el pecho la alegría que producen las cosas bien hechas.







Por Enrique Martinez D'auro




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