Julian Rifourcat o, como el prefiere, Juli es Traductor científico literario en Ingles pero, ante todo, es un
cuerpo en constante estado de movimiento y actividad que, literalmente, no
puede parar. Con 37 años y un temprano acercamiento en el ambiente del skate durante su
adolescencia cuando la disciplina involucraba 4 o 5 locos saltando las
escaleras de la Catedral platense, ha realizado deportes a nivel profesional como
natación, pedestrismo y artes marciales. En todas ellas ha alcanzado un nivel
que no le envidia nada a un profesional, producto del entrenamiento altamente intensivo
de la actividad a la que se dedicaba en cada momento. Llegando a sus 30 años,
conocería la disciplina que le robaría el sueño y añoraría en los momentos que
no pudiera practicarlo: el Roller. Sobre ellos encontraría satisfacciones que
traspasan los ya amplios límites que implica un deporte y buscaría darle usos
solidarios, ayudando en todo lo que estuviese a su alcance. Tras 7 años de
historia dirigiendo el hoy masivo grupo de La Plata Rollea, habiendo logrado
todos estos objetivos con el único lucro que la gratificación y la buena sensación de
hacer algo por el otro, no se detiene y va por más.
¿Como
llegas vos a conocer el deporte urbano y puntualmente los rollers?
Yo
nadé durante casi 18 años para Universitarios de La Plata, un club venido a
menos pero muy importante cuando era chico. Hice toda la carrera, desde
aprender a nadar hasta federado del club. Yo estuve muchos torneos, como 20
argentinos nacionales, competí mucho.. Competí mucho, pero que pasa: cuando
había terminado derecho con 24, 25 años, a diferencia de mis compañeros que a
los 19 ya habían colgado la malla, yo había seguido, pero ya ahí no quería
saber más nada. En ese momento nadábamos 15 kilómetros diarios, doble turno. Mi
entrenador decía: “El deporte es salud pero la alta competencia no”. Pero
obsesivo como cualquier deportista que era, no podía parar. Me puse a correr 21
y 42 kilómetros. Pero con el impacto en las rodillas en el cemento y eso,
empecé a sentirlo mucho. Me había cambiado el cuerpo porque cuando deje de
nadar pusimos un gimnasio con un amigo y me puse cuadrado como estoy ahora y ya
no era lo mismo correr. No tengo lesiones en las rodillas. Ya estaba haciendo
karate en esa época también. Pero correr me estaba empezando a molestar.
Terminaba el entrenamiento de las maratones de 42K de Adidas o Nike y tenía que
ponerme hielo en las rodillas. No me servía. Yo en ese momento estaba en pareja
y lo que intentamos hacer fue una actividad juntos porque ella sabía patinar y
me dio la primera noción. Yo había tenido un pasado de skate de chico pero de
boludeo, mas espectador que practicante. Cosa de chicos y de amigos que nos juntábamos. Éramos chicos o
adolescentes y veíamos los XGames y quedábamos fascinados con todo eso que acá
no existía. Después de 8 años me separe pero yo había recién empezado a patinar
y me gustaba. Así fue que empezamos a meternos más. Empezamos a conectarnos por
este foro de patinenlinea.net y arrancamos 5 extraños.
¿Eso
sería el génesis de La Plata Rollea?
Acá
era “a quien le pinta salir”. Era así. El grupo fue creciendo. Nos empezamos a
rodear mas con el grupo de capital que estaba más armado. A mi finalmente me
termino de enseñar a patinar Daniel, el
creador del grupo de capital. Uno lo considera como con la tabla: “yo ya lo
manejo” pero empiezan a tirarte tips, a corregirte y te das cuenta de que no
sabías nada. Me empezó a dar consejos y enseñanzas para que frenase cuando yo
lo decidiera en el momento que yo lo decidiera, pudiera ayudar a frenar a
alguien más. Así el grupo empezó a crecer. Pasamos de 10 a 20, 25. En ese
momento se empezó a dejar de lado el patín para priorizar las salidas. Pero que
pasaba: las salidas se habían vuelto un recorrido muy cortito, 15 o 20 minutos
y a boludear al teatro. Yo si es por el gusto, a mi me gusta la actividad
deportiva de cualquier tipo pero intensa. No patine durante un año con el grupo y cuando volví era algo mas social que salidas por la ciudad. Cuando regreso de a poco fue cambiando la cosa. No fue que yo la cambié, simplemente ese grupo
fue desapareciendo porque se priorizaba otra cosa y al fin y al cabo se termino imponiendo el gusto por el deporte. Martes y jueves eran para
patinar. Así empezó a cambiar todo prácticamente, empezó a haber más movida, salidas más largas.
La gente nos empezó a mirar, en vez de 5 boludos ya éramos 10 que más o menos
nos movíamos en forma ordenada. Ahí se empezó a usar el face y explotó todo.
¿De
qué forma?
La
Plata Rollea explotó mucho con el face. Te miento si te digo que en un
principio, desde que comenzamos, fuimos así. Ni en pedo. Fue el facebook.
Realmente explota y masifica todo. Nosotros pasamos a ser un grupo de picos en
verano de 20 o 25. Un sábado hice la página y el martes siguiente había 30
personas nuevas en la salida. Los 30 nuevos no eran amigos míos. Habremos
estado patinando 3 años publicando en los foros, foros que están totalmente
muertos. Nosotros dábamos el foro que era Patinen línea.net pero las personas
no entendían bien. Hicimos el face y explotó. Yo hice la pagina por eso mismo,
porque la gente decía “no tengo foro, pasame tu face”. De cada cuatro que le
ponen me gusta en el face es una solicitud de amistad al administrador que soy
yo, tenemos 10000 usuarios, imaginate. No todos han andado en patín, hay gente
que nunca se los ha puesto ahí, de hecho si vamos al caso, tendríamos 10000
personas andando todos los martes y jueves y seríamos más el Paris Roller, ¿me
entendés?
¿La
Plata Rollea trasciende a otros campos o se restringe solo a lo deportivo?
En
realidad trasciende a más. Nosotros con este administrador, con Ale Sosa, que
es un director de Escuela de acá de La Plata, le quisimos dar una movida más
por fuera, porque los dos tenemos ese mismo tipo de pensamiento. Los dos
tenemos eso de dar una mano. Entonces a través de los últimos 3 o 4 años le
dimos ese marco de si, patinamos, pero cooperamos con causas benéficas y no de
nombre sino activamente. Yo tengo una frase, no creada por mí, desde ya: Si no
nos ayudamos entre todos, nadie te va a venir a ayudar. Yo la definí de por
vida cuando estuve parado a 8 cuadras de la municipalidad 9 horas, parado en la
inundación y no paso nadie. Ahora paso hace dos semanas un evento de lucha
contra el cáncer de mama, una corre-caminata. Anecdóticamente la esposa de
Alejandro tuvo cáncer de mama y mi mamá actualmente es paciente oncológica
desde hace 5 años, así que nos tocaba muy de cerca. Como esa muchas otras. Le
quisimos dar un uso más social. Con los chicos de los Longbrothers, por
ejemplo, hicimos y hacemos los eventos en el bosque. Ahora se viene el Bosque
Plain sin ir más lejos. Ahora en diciembre se viene también un evento por la
lucha y concientización contra el HIV con unos chicos que son de un Rotary
club. Ellos lo hacen, les sirve que nosotros seamos muchos y lo difundimos.
Desde
una perspectiva más generalizada en cuanto a los deportes urbanos ¿Qué visión
tenés en la actualidad sobre ellos?
Estamos
en un nuevo apogeo. Siempre lo charlamos con los chicos, más que nada con los
que tienen mi edad y hace añares que practican. La moda te das cuenta cuando
pasa un año, año y medio. Ponele el Long pasó de una moda a establecerse. Hace
3 años eran dos, cinco ponele que nos cruzábamos, no más que eso. Todos te
dicen que patinaban, pero no sé donde lo hacían porque no se los veía. Hoy está
establecido, los rollers también. Ya paso la moda con esos deportes, me da esa impresión.
El skate, creo que tuvo un resurgimiento a partir del long, un resurgimiento
actual porque hay más chicos. El skater vestido con el carpintero, malo y la
cresta…Tony Hawk es millonario, no existe más eso. Eso era cuando yo era chico
que era más una cultura. La cultura del skater, el grunge y murió con Kurt Cobain
en los 90. Sí, hay deportes que se instalaron y mucho. Queda en los años si
duramos o no.
¿Con
quién te identificabas por aquellos años?
Cuando
llego Nirvana a mi me explotó la cabeza. Justo fue la edad esa de chico que vos
veías y decías “uh pará, entonces hay muchos que son skater, que escuchan esta música,
que no les va el estereotipo de chombita rosa y pullover atado en los hombros”.
Yo me identificaba más en esa corriente y lo sigo haciendo. Trabajo y me visto
formal pero nunca me vas a ver de náuticos en mi tiempo libre, ni con una
escopeta en la cabeza. No los critico pero descreo en eso. Cuando yo era chico,
en Argentina, el metal, el rock, todavía seguíamos pensando que era Bon Jovi,
si vos no estabas metido en un ambiente. Metallica, Iron Maiden eran demoníacos
y yo amo Maiden, pero cuando yo era chico escucharlo era de pesados.
¿Qué
te ha dado y te da el patín que no te da otra de las disciplinas y deportes por
los que has pasado siendo que no han sido pocos?
Hay
una realidad y es que te da una libertad. Es muy loco eso, realmente cambia. Es
como cuando corres. Si vos vas en auto por la ciudad te perdés todo. No sabes cómo
son las casas, no sabes cómo es la gente. La gente que va caminando al trabajo
y te dice viste la casa, saluda, bueno. El roller te da otra movilidad dentro
de la ciudad. Cuando nosotros le pedimos a Bruera que nos asfalte el bosque
para la ciudad, porque esta ciclismo, están las tablas, está el skate, está el Derby,
están los rollers, están los atletas, están los nenes. Cuando nosotros logramos
cerrar el bosque nos dijeron “hay le cerraron el bosque para patinar” y no es
así. Es un espacio en un lugar que fue planeado para eso mismo. La actividad al
aire libre. El bosque por dardo rocha fue pensado para eso no para que venga el
padre a enseñarle a manejar al hijo. Te da una libertad que a no ser que salgas
a otras capitales no la terminas de experimentar al 100 por ciento.
El
patín me entretiene y lo disfruto y es mi descarga en cuanto a lo anímico. Yo
nadaba y vivía encerrado en un lugar. Sí, yo me pongo los patines y por ahí
suelo hacer siempre los mismos circuitos, pero porque hay calles que están horribles.
Si las calles fuesen otras cambiaría todos los días de circuito. En La Plata
Rollea tenemos 4 vueltas diferentes. Si todo el asfalto de nuestra ciudad
estuviese bueno, tendríamos 25 vueltas diferentes, no 4. Porque eso amplía.
Cuando me refiero a libertad me refiero a la movilidad. De acá al teatro yo
camino muy lento, parece que voy haciendo pan y queso. Puedo llegar a tardar
media hora, pero patinando estoy en 7 minutos. Y no voy como un enfermo. Sí te
da una movilidad muy loca, muy disfrutable.
¿Cuál
es la razón por la que todo esto a lo que te dedicas es gratis?
Alguien
en un momento nos preguntaba si pensábamos lucrar con esta cosa. No es que
somos utópicos, el deporte es libre, pero yo tengo una premisa: a mí el que me
enseño no me cobro un peso y me corrigió muchísimo y me sigue corrigiendo
porque el también encuentra cosas nuevas, defectos. Pero si a mi no me
cobraron, y según mis cánones seria un sorete si cobro por lo mismo.
Por Jeremías Jiménez Torres (Jerry)
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