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martes, 12 de noviembre de 2013

Una tarde en el Bosque

Con la iniciativa de la hoy presidenta del Concejo Deliberante de La Plata, Valeria Amendolara, y el concejal Julio Irurueta, hace más de un año se aprobó el proyecto que indica que todos los sábados, domingos y feriados de 14 a 20 hs. Calle 50 entre 1 y 117 queda delimitada para la realización de actividades urbanas. La propuesta se vio impulsada por la demanda que estos deportes en crecimiento hicieron. Ahora pueden hacer sus actividades en un lugar reservado para ellos, asegurándose no estar en circulación con vehículos.

Pasaron las 2 de la tarde y la gente empezó a acercarse, el clima no pudo haberse portado mejor. El sol se reflectaba en el cemento de la calle y los árboles combatían el calor tajante.
Muchas familias bajaron de sus autos, de colectivos y otras se acercaron caminando o sobre las ruedas de sus skates, rollers y bicicletas.
En el correr de la tarde se fueron armando distintos escenarios. Atrás de la Facultad de Odontología fue el lugar elegido para tirar una lona, preparar el mate y disfrutar del día sentados.
Paralelo a esto, la calle se llenó de gente. Los amantes del roller, se dividieron en distintos espacios. Sobre diagonal 78 cruzaron una cinta de lado a lado de la calle, y empezaron a hacer piruetas sobre ella, impresionando con sus saltos. El otro grupo se dedicó a transitar tranquilamente sobre calle 50, encontrando su mundo sobre ruedas con los auriculares sonando.
El BMX también se hizo presente. Un grupo disfrutó de las escalinatas, subidas y bajadas de la facultad antes mencionada. Los más chicos usaron como principal entretenimiento los lomos de burro del lugar y los cordones de la vereda.
Pasadas las 5 el Sol empezó a ocultarse tras las nubes, lo que provocó que la gente empiece a retirarse. Muchas familias abandonaron el lugar.
Quedaron los más grandes. Aquí fue cuando salieron a la pista la mayor cantidad de skaters, que recorrieron calle 50 de lado a lado, aprovechando algunas subidas y bajadas que el lugar brinda.
Llegando al anochecer, en el ocaso que pintó las nubes de un intenso color rojizo, quedaron unos pocos. La mayoría decidió sentarse a disfrutar de una bebida fresca en amplias rondas.
Charlando con Andrea, una mujer presente en  el lugar que manejaba su mini-skate, se detuvo a hablar y nos dijo: “está buenísimo tener este espacio”, y además agregó: “los deportes urbanos necesitan de esto, están creciendo mucho”.
 Finalizada la jornada, con la luz artificial como protagonista, deambulamos entre los pocos practicantes de roller que quedaban. Nos sumergimos por calle 50 hasta 118. El resultado: ver que las calles se encontraban completamente limpias. No papeles, no botellas, no desechos en los espacios verdes, lo que demuestra la relación y compromiso de los practicantes de estos deportes urbanos con la ecología y el cuidado del medio ambiente.



Por Blas Arhancetbehere (@blasarhan)

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